10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los ultrajadores,
ni los rapaces heredarán el Reino de Dios.
11 Y tales fuisteis algunos de vosotros. Pero habéis sido lavados,
habéis sido santificados, habéis sido justificados en el nombre del
Señor
Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios.
12 «Todo me es lícito»; mas no todo me conviene. «Todo me es
lícito»; mas ¡no me dejaré dominar por nada!
13 La comida para el vientre y el vientre para la comida. Mas lo uno y
lo otro destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el
Señor, y el Señor para el cuerpo.
14 Y Dios, que resucitó al Señor, nos resucitará también a nosotros
mediante su poder.
15 ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? Y ¿había
de tomar yo los miembros de Cristo para hacerlos miembros de prostituta?
¡De ningún modo!
16 ¿O no sabéis que quien se une a la prostituta se hace un solo cuerpo
con ella? Pues está dicho: = Los dos se harán una sola carne. =